OBRA DE XACOBE MELENDREZ FASSBENDER

 

 INTRODUCCIÓN

 

  

 

          Todo empezó hace 25 años; un amigo y compañero, con el solo gesto de retirar un libro de una taquilla, iba a cambiarme la vida de tal manera que en aquel momento no podía ni imaginar.
          Era un libro corriente, encuadernado de forma sencilla, pero escondía un secreto, algo que me llenaría de asombro y alegría –lo había encuadernado el mismo- lo bombardeé a preguntas. ¿Pero y esto? ¿Dónde has aprendido? ¿Quién te ha enseñado? Por fin logro decirme que había asistido a un curso sobre encuadernación que dieron en el colegio de su hija. Al día siguiente me presenté en su casa y comenzó para mi una aventura llena de sorpresas, alegrías y satisfacciones, también de frustraciones y zozobras, pero sobre todo de pasión, mucha pasión, que he mantenido hasta ahora y que me ha permitido desde una ciudad como La Coruña, y cuando no había tanta bibliografía, ni Internet, ni asociaciones, ni maestros dando clases, llegar a conocimientos y técnicas que de otra forma sería, sino imposible, muy difícil de conseguir.

 

PANORAMICA DESDE LA TAQUILLA

La Coruña, desde la taquilla

 

          De todos estos años quedan muchos recuerdos, viajes, exposiciones, búsqueda de libros, lecturas, talleres etc., pero sobre todos tengo tres en la memoria de los que guardo un recuerdo imborrable, y uno más, que me hubiera gustado tener, que no poseo, y que ya no me es posible conseguir: la primera tienda en la que entré, la primera exposición a la que asistí y los textos del gran maestro catalán Emili Brugalla. Estos son mis tres mejores recuerdos.
           Tuve la suerte que la primera tienda fuera la de Gherardi y Tous, en el centro de Madrid, muy cerca de la Plaza de España. Entrabas por un portal que se abría a un gran patio interior y allí estaba: pequeña y coqueta; bien montada, vitrinas con hierros, pieles, papeles jaspeados, un poco de maquinaria y algún material importado de Francia, todo a la vista, y tu mirabas sorprendido y embobado sin decidirte a elegir; te lo llevarías todo. En la trastienda estaba el taller. Pero lo mejor eran Gloria y su tía, que la atendían siempre amables y con paciencia para aguantar a gente, que, como yo, todo lo quería aprender porque nada sabía.  

 

Papel de Galvan

Papel de Galván

 

          Allí empecé a comprar mis primeros hierros, tipografías y un montón de papeles de Galván. Los hierros los hacia Galeano, y de la centena larga que llegue a poseer, creo que me quedan dos.

 

Hierros de Ignacio Blat “Aldo” y Olivares

Hierros de Ignacio Blat "Aldo" y Olivares

 

           La primera exposición a la que asistí, fue a la de la Biblioteca Nacional del año 86, era como entrar en la cueva de Aladino: Brugalla, Palomino, Ramón Gómez, Galván, estaban todos. ¡Impresionante! Era la primera exposición retrospectiva nacional que se hacía en España después de muchos años  y sólo pude estar un par de horas, pues me enteré el último día y de casualidad. Aún hoy, y después de todos estos años, recuerdo el impacto que recibí, y sigo lamentando el habérmela casi perdido y no haber podido estar más tiempo estudiando detalle a detalle cada una de las encuadernaciones.

 

 

Catalogo exposición 1986

 

          A Emili Brugalla no lo llegue a conocer, pero siento por su memoria un afecto entrañable; ha sido el gran divulgador de la encuadernación en España. Sus libros han sido mi guía y he absorbido cada frase y cada foto de sus obras, entre ellas su monumental “El arte en el libro y en la encuadernación” de la Gran Enciclopedia Vasca.

 

El arte en el libro y en la encuadernación
          

           El recuerdo que me hubiera gustado tener, y que no poseo, es el de la primera visita a un gran taller de encuadernación. Me puedo imaginar la impresión, cuando aun lo desconoces todo, la emoción de ese primer momento. No he tenido esa suerte. Tarde bastantes años en poder visitar un gran taller, y cuando por fin lo logré, en Madrid, el recibimiento fue tal que prefiero no guardar el recuerdo.
           Vamos a soñar un poco: ¡te imaginas poder entrar de noche y a hurtadillas en el taller de los Brugalla! Sentarte un rato a oscuras y al encender sus luces, extasiado, contemplar tanta maravilla: el olor, el polvo, la historia. Uno de los talleres más importantes de Europa y por supuesto el primero de España y fundamental en la historia contemporánea de la encuadernación en nuestro país; contemplar su maravillosa colección de hierros, imaginar al maestro recibiendo los hierros del gran grabador D. José Bisbal, o la entrada de D. Bartolomé March, con un manuscrito en las manos para su encuadernación.

 

TALLER DE BRUGALLA

Taller de Emili Brugalla

         

          Cuando estás obsesionado por algo, y no tienes a nadie que te guíe, desarrollas todos tus sentidos y de todo aprendes, vas a las exposiciones y estudias minuciosamente cada una de las encuadernaciones: esquinas, cofias, mosaicos, dorados, gofrados, diseño, en fin, todo. Lo estudias como si lo absorbieras, mirándolo al microscopio y entonces aprendes, aprendes de los defectos y sobre todo con la perfección de las grandes encuadernaciones. Estudias a Brugalla y a Galván, o analizas durante horas y a 20 cm. de tus ojos, unas encuadernaciones de Ramón Gómez sin llegar a encontrarle el más mínimo defecto.

 

ENCUADERNACION DE RAMON GOMEZ

Encuadernación de Ramón Gomez Herrera

         

          Te asombras con la perfección de las grandes encuadernaciones francesas y te emocionas contemplando el trabajo de las encuadernaciones de otros tiempos. Te fijas en las fotos de los catálogos y revistas, y si tienes la suerte de que fotografíen al encuadernador en su taller, coges la lupa e intentas descubrir las herramientas que utiliza y el más mínimo detalle a ver si así puedes desentrañar los secretos que atesoran. Te pasas 10 horas en la exposición del Hispano Americano, estudiando minuciosamente cada uno de los detalles o viajas a Barcelona solamente para ver la obra maestra del gran Emili Brugalla expuesta en la Biblioteca de Cataluña.

 

ENCUADERNACION DE EMILI BRUGALLA

Emili Brugalla
          

          Así aprendes y disfrutas. Vas deshilvanando el secreto de las grandes obras, lees todo lo que cae en tus manos sobre el libro: la encuadernación, restauración, el papel, la imprenta, llegando a tener y disfrutar de una buena biblioteca, y si después de años de estudio y quebraderos de cabeza tienes la suerte, como en mi caso, de que una amiga tuya se desplaza a Madrid y después a París, para aprender en la imprenta artesanal y en los grandes talleres franceses y te escribe unas maravillosas cartas describiéndote sus experiencias librárias, sus recorridos por tiendas y talleres; minuciosamente, de tal manera que tienes la sensación de estar entrando tu también en esos maravillosos lugares. Te va desgranando al detalle las técnicas aprendidas en Madrid y en París, tú la acosas a preguntas y nada más puedes pedir; das saltos de alegría cada vez que llega una carta, aprendes de sus experiencias y a veces confirmas, agradecido, las técnicas que a ti tanto te ha costado descubrir.
        

 

PRIMER NUMERO DE AFEDA

         

          He aprendido de los libros, de muchos libros, cogiendo una cosa de aquí y una idea de allá, pues nunca he encontrado ninguno que explicara las técnicas como a mí me hubiera gustado. Limitándose muchos a: “una serie de líquenes y algas”, “a su temple”, “cuando esta seco”, en vez de: “musgo de irlanda”, “90/100º”, “de 10 a 30 minutos”. He tenido que esperar 25 años para que un libro sobre dorado detallara el tiempo de secado de la clara de huevo. Algunos lo dan por sabido y otros no lo explican con la suficiente claridad y precisión, llenando de confusión al pobre aprendiz de encuadernador. Otras veces, en cambio, nos llevamos grandes alegrías, como cuando vemos publicado un buen libro como el de Annie Persuy y Sün Evrard, sobre encuadernación o el de Anne Chambers, sobre el papel jaspeado, lamentando solo, no haberlos podido disfrutar antes.

 

 

          No conozco otra palabra más bonita que “Maestro”. Llevo años aprendiendo y enseñando con la misma pasión. Asombrado por las posibilidades de Internet, y de lo que se puede conseguir con un ordenador, una cámara digital y un escáner, voy a intentar explicar aquí, por si a alguien que empiece a caminar por este “mundo” le es de utilidad, lo que he logrado aprender durante todos estos años: historia, técnicas, anécdotas, recuerdos y vivencias.
          Paso a paso, al mínimo detalle, para que cualquiera, lejos de las posibilidades de las grandes ciudades, pueda encuadernar sus propios libros y no tengan los problemas que he tenido que sufrir yo en el aprendizaje de la encuadernación y de otras técnicas relacionadas con el mundo del libro.
          No puedo rematar esta introducción sin un agradecimiento:
 Creo poder decir, mirando en el tiempo, que asombra lo que ha cambiado el mundo de la encuadernación y su divulgación en España en estos años, y dejando a un lado el magisterio del gran maestro Emili Brugalla, creo en conciencia, que la encuadernación de este país, le debe a las inquietudes de una serie espléndida de mujeres, una gran parte del auge y difusión que hoy tiene. Abandonando el raquitismo, quebrando un mundo cerrado, buscando nuevos caminos, abriendo la mente, fundando escuelas, propiciando la traducción y edición de libros.
          Ellas han dinamizado la encuadernación en España.
          MUCHAS GRACIAS.
          Durante 25 años he vivido en una nube, absorbido por este mundo, esto no seria posible para mí, sin la generosidad de la persona que comparte mi vida.      

          Espero, con estos apuntes, poder servirle de ayuda a alguien.

                                                                  Carlos Rey
                                                                  La Coruña, 2006